Los meses de invierno son meses en los que, lejos de lo que puede parecer, las piscinas e instalaciones acuáticas necesitan tanto mantenimiento como en verano. De hecho, realizar un mantenimiento adecuado es imprescindible para proteger a la piscina frente a las heladas.
Es importante tener en cuenta que más del 98% de las piscinas registradas son piscinas al aire libre; es decir, están más expuestas a las heladas invernales. Por ello, es fundamental saber cómo protegerlas para evitar que se produzcan daños más graves en la estructura de la piscina o en sus sistemas, tuberías o equipos.
Por otro lado, la amplitud térmica y el contraste que hay entre las altas y bajas temperaturas no solo es cada vez mayor, sino que se produce de forma más abrupta con el paso del tiempo debido al cambio climático. Por lo tanto, los cuidados que requieren las piscinas para prevenir los daños cobran, cada vez, más relevancia.
En este artículo te damos algunos consejos que te ayudarán a mantener tu piscina protegida en caso de heladas. ¡Toma nota!
7 claves para proteger a tu piscina de las heladas
Tal y como hemos comentado, estas son algunas de las acciones que más pueden ayudarte a prevenir los daños sufridos como consecuencia de las heladas en las piscinas:
1. Limpieza y mantenimiento previos
Antes de preparar la piscina para el invierno, realiza una limpieza profunda:
- Retira hojas y suciedad: usa un recogedor de hojas y un limpiafondos y despeja tanto la superficie del agua como el fondo.
- Limpia los filtros: asegúrate de que el sistema de filtrado esté libre de obstrucciones.
- Equilibra el agua: ajusta los niveles de pH, alcalinidad y cloro. Un agua bien equilibrada evita la formación de algas y prolonga la vida útil de los materiales.
2. Baja el nivel del agua y haz que recircule
Es importante reducir el nivel del agua para evitar que esta se congele dentro de las tuberías y los skimmers:
- Desciende el agua por debajo de los skimmers: esto ayuda a evitar que se acumule hielo en estas áreas críticas.
- Drena las tuberías y bombas: usa un soplador de aire para eliminar el agua que queda en las tuberías, evitando así que se congelen y revienten.
- Mueve el agua de manera que recircule para que no se congele.
3. Utiliza productos específicos anticongelantes
Existen productos diseñados para proteger las piscinas durante el invierno:
- Líquidos invernadores: estos productos químicos previenen la formación de algas y el deterioro del agua.
- Anticongelantes para tuberías: son especialmente útiles para proteger las partes más vulnerables del sistema hidráulico.
4. Coloca una cubierta de invierno
Si tienes posibilidad de hacerlo, la cubierta de invierno ayuda mucho a proteger la piscina de los elementos externos y del frío:
- Cubiertas térmicas o de lona resistente: ayudan a mantener la temperatura del agua por encima del punto de congelación y evitan la acumulación de escombros.
- Cubiertas de seguridad: además de proteger del frío, previenen accidentes y el acceso de animales.
- Si no dispones de una cubierta, puedes optar por colocar flotadores de hibernación, boyas o garrafas con algo de agua dentro para minimizar la presión del agua congelada y evitar que las paredes se rompan.
5. Revisa los equipos periódicamente
Aunque la piscina esté invernada, es importante realizar revisiones regulares:
- Inspecciona la cubierta: asegúrate de que no haya roturas o acumulación excesiva de agua o nieve.
- Chequea el equipo técnico: bombas, filtros y calentadores deben revisarse para detectar posibles daños causados por el frío.
6. Considera un sistema de calefacción para piscinas
Si vives en una zona cuyos inviernos son más duros, un sistema de calefacción o un calentador eléctrico puede ser una inversión interesante:
- Calentadores eléctricos o de gas: ayudan a mantener la temperatura del agua ligeramente por encima del punto de congelación.
- Sistemas de climatización solares: constituyen una opción más ecológica y económica a largo plazo.
7. Vacía la piscina solo en casos específicos
Contrario a lo que se podría pensar, vaciar completamente la piscina no siempre es la mejor solución:
- Mantén un nivel de agua adecuado: esto ayuda a equilibrar la presión del suelo y evitar daños estructurales.
- Vacía la piscina solo si es necesario: como en casos de reparaciones mayores o cuando así lo indique un profesional especializado.
En cualquier caso, lo más recomendable para mantener la piscina en perfecto estado durante todo el año es contar con los servicios de una empresa especializada en mantenimiento de instalaciones acuáticas.
De esta forma, no solo te aseguras de que la piscina esté siempre en óptimas condiciones, sino que, a largo plazo, supone un gran ahorro económico, pues evita tener que hacer frente a reparaciones más costosas por falta de prevención.