Uno de los mejores aliados de las piscinas en verano es el cloro, un componente necesario para la desinfección del agua. Especialmente, en piscinas comunitarias, en las que se bañan distintas personas simultáneamente. Sin embargo, ajustar la cantidad de cloro exacta que necesita cada piscina es clave para evitar que los bañistas sufran problemas en la piel como consecuencia de un exceso de cloro.
Además, es interesante saber algunos pequeños trucos que ayudarán a reducir los efectos del cloro en aquellas personas que tienen la piel más sensible. En este artículo, te explicamos cómo calcular la cantidad de cloro que necesita tu piscina, cada cuánto tiempo debe cambiarse y cómo prevenir las irritaciones en la piel.
¿Cuánto cloro debe tener una piscina?
La cantidad de cloro ideal para cada piscina depende de la capacidad que esta pueda contener. Si quieres consultar cómo medir el volumen de la piscina, te animamos a leer nuestro artículo al respecto. Por lo general, el nivel de cloro debe situarse entre 0,6 y 1 ppm (parte por millón). Esta medida es muy utilizada en soluciones y productos químicos, y equivale a 1 mg/l.
También puedes encontrar la recomendación de mantener un nivel de entre 0,4 y 1,5 gramos por cada metro cúbico. No obstante, es importante tener en cuenta que la cantidad puede variar dependiendo del tipo de cloro que utilices.
La concentración del cloro en pastillas no tiene por qué ser la misma que la del cloro líquido. Incluso, la cantidad puede variar dependiendo del fabricante. Por tanto, siempre es aconsejable consultar las recomendaciones de cada fabricante para incluir la cantidad de cloro adecuada, teniendo el dato anterior como referencia.
Frecuencia de uso del cloro en las piscinas
Otra duda que suele ser habitual entre los usuarios de las piscinas es cada cuánto tiempo se debe echar el cloro. Lo más común es echar cloro todos los días en circunstancias normales. En caso de que llueva, es probable que haya que duplicar la cantidad de cloro en algunos de sus formatos, que se puede haber alterado por el efecto de la lluvia.
O, si hay una excesiva afluencia de bañistas, el técnico especialista también puede considerar que es bueno aumentar un poco la dosis diaria. En cualquier caso, lo más recomendable es consultar siempre con el técnico de mantenimiento de la piscina y no hacerlo libremente.
Cómo prevenir la irritación en la piel del cloro
Por último, vamos a explicarte algunos consejos que te ayudarán a prevenir las irritaciones que algunas personas sufren en la piel como consecuencia de la exposición al cloro. Cabe destacar que la cantidad de cloro que se echa a la piscina según las indicaciones de cada fabricante es óptima para el baño. Sin embargo, hay algunas personas que presentan más sensibilidad a los productos químicos, y tienden a sufrir irritaciones y rojeces en la piel.
En primer lugar, es fundamental evitar que los usuarios de las piscinas se bañen justo después de echar el cloro. Por esta razón, muchos técnicos aprovechan para renovar el cloro tras el cierre de la piscina o a primera hora de la mañana, de manera que pasan unas cuantas horas hasta que los bañistas vuelven a ella.
Por otro lado, si sueles sufrir reacciones atópicas debido a la exposición de tu piel a productos químicos, una solución interesante es echarte un poco de crema hidratante un rato antes de entrar en la piscina. A medida que la piel absorbe la crema, se crea una especie de capa impermeable protectora sobre ella que reduce los efectos del cloro en la piel. Es preferible optar por una crema natural para que la piel pueda respirar pese a estar protegida.
Asimismo, es imprescindible ducharse antes y después de bañarse en la piscina. Hacerlo antes ayuda a fortalecer esa capa protectora que reducirá la acción del cloro. Y, tras el baño, la ducha te ayudará a eliminar los restos de cloro que puedan quedar.
En definitiva, si tienes cualquier duda relacionada con la cantidad de cloro que debes echar en la piscina, lo más recomendable es consultar con tu empresa especializada en mantenimiento de piscinas de confianza. Los profesionales experimentados se encargarán de velar por que la piscina de tu comunidad esté siempre en las mejores condiciones posibles para que todos los vecinos puedan disfrutar de ella.
