La Asociación de Empresarios de Mantenimiento Profesional de Instalaciones Acuáticas (EMPIA) manifiesta su profunda preocupación ante la falta de respuesta y el mutismo absoluto tanto de la Delegación de Gobierno como de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid en relación con la grave escasez de socorristas que amenaza con afectar el correcto funcionamiento de las piscinas e instalaciones acuáticas en la próxima temporada.
El año 2024 ha cerrado con un récord histórico de afluencia en las piscinas e instalaciones acuáticas de Madrid, una tendencia que se prevé creciente de cara a 2025. Por ello, EMPIA ha reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de avanzar en la búsqueda de soluciones a este problema estructural que, si no se aborda con urgencia, podría comprometer tanto la seguridad de los bañistas como la operatividad de las piscinas.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por parte de la asociación para establecer un diálogo constructivo, no ha recibido ninguna respuesta ni por parte de la Delegación de Gobierno ni de la Consejería de Sanidad.
¿Qué demandan los profesionales del mantenimiento de piscinas?
La asociación explica cuáles son los principales problemas del sector ante los que es más urgente actuar. En primer lugar, la agilidad a la hora de tramitar los expedientes de socorristas extranjeros para que puedan desempeñar su actividad en Madrid. Para resolver este problema, EMPIA ha solicitado numerosas reuniones a la Delegación del Gobierno en Madrid, todas ellas inatendidas.
La asociación denuncia, además, que la información sobre los nuevos procedimientos se traslada de forma tardía, lo que se traduce en una situación muy complicada para las empresas por la incertidumbre que genera. A ello se suma que, hasta el momento, la resolución de los expedientes llega también tarde, lo que provoca que todos los años el contingente de personal socorrista extranjero que necesitan las empresas lleguen, en un gran porcentaje, una vez empezada la temporada. Y, consecuentemente, se genera un grave problema cada año con las aperturas de las piscinas públicas y privadas.
En segundo lugar, es urgente revisar la normativa que regula la formación mínima necesaria para trabajar como socorrista en piscinas e instalaciones acuáticas en Madrid. Actualmente, la ordenanza dificulta que los socorristas procedentes de otras comunidades o de otros países vengan a trabajar a Madrid, puesto que exige que, para trabajar en esta comunidad, obtengan su titulación físicamente en ella. Esto conlleva una serie de dificultades logísticas y económicas que reducen significativamente la cantidad de socorristas habilitados para cubrir las piscinas madrileñas, especialmente, en el caso de personal extranjero.
Esto ha supuesto que no se cubran las necesidades de contratación en las más de 12.000 piscinas que hay en la Comunidad de Madrid, poniendo en riesgo la seguridad de los bañistas. Y, por otra parte, provoca que haya un elevado número de socorristas trabajando en situación irregular por la falta de acción de la Consejería de Sanidad para buscar soluciones en este sentido.
Finalmente, EMPIA reclama que se ponga en marcha un análisis sobre la viabilidad de la actividad a través de un censo institucional que recoja todas las piscinas e instalaciones acuáticas exactas que hay en la Comunidad de Madrid. Este análisis permitiría una mayor anticipación de las necesidades para evitar llegar a la próxima temporada con falta de personal, recursos y herramientas.
El silencio institucional ante este problema pone en riesgo no solo la seguridad de las instalaciones acuáticas, sino también la de los propios usuarios, así como la continuidad de un sector que genera empleo y bienestar. Desde EMPIA, exigen a la Delegación de Gobierno y a la Consejería de Sanidad que se impliquen de manera activa en la búsqueda de soluciones y atiendan nuestras solicitudes de diálogo para evitar una situación insostenible de cara a la próxima temporada.
